Adaptar una aplicación móvil a la web, teniendo en cuenta las carecterísticas y objetivos de la empresa con esta última, es crucial para ampliar su alcance, garantizar su compatibilidad con diversos dispositivos, facilitar actualizaciones ágiles y mejorar su visibilidad en internet. Esto brinda una experiencia más accesible y conveniente para los usuarios, impulsando el crecimiento y el éxito del proyecto.